miércoles, 23 de julio de 2008

Si de afanes se trata

Si de Afanes se trata
Era tarde y hacía frío, un día común del invierno limeño, Clarita estaba sentada frente a su computador en ese espacio tan preciado por ella porque era solo suyo, un pequeño espacio de su casona en San isidro, casona que antaño arrancaba suspiros a más de uno pero que con el pasar del tiempo se había convertido en el claro ejemplo de lo que fue y ya no es. Estaba acompañada únicamente por el aroma de su taza de café colombiano recién pasado, pensando en ese impulso que había sentido tantas veces en esos últimos días. -“Siempre he escuchado que una persona antes de morir debería, entre otras ocho cosas, escribir un libro”- se dijo así misma, y se preguntó si a sus cuarenta años recién cumplidos, pensar en escribir un libro significaba plantearse la muerte como algo más cercano ó era sólo una manifestación más de una crisis de edad. Pensó en ambas razones y concluyó que ninguna de las dos eran las que realmente la motivaban. La verdadera razón era el afán que sentía desde su último cumpleaños de hacer cosas nuevas y explorar sus propios limites. Estaba convencida que quería hacerlo, definitivamente quería seguir a esa voz que en los pocos momentos en que podía estar sola, le hablaba y hablaba y que de tanto escucharla, ocupaba gran parte de su mente. Imaginó lo que podrían pensar sus familiares y amigos, estaba segura que pensarían que estaba loca o peor aún, que definitivamente había caído en esa zona común, la típica crisis de los cuarenta. Explorar sus propios límites? Escuchar su voz interior? Se preguntarían seguro con burla. No pudo dejar de imaginar a su madre frunciendo el seño, a sus hermanos esbozar una sonrisa sarcástica y a su esposo mirar al cielo, con un gesto más de complacencia que convicción. Pensó en todo eso y más, pero con una seguridad de la cual nunca antes había sido testigo, decidió que nada de eso le importaría, recientemente había descubierto que lo mejor de haber cumplido los cuarenta, si es que acaso algo bueno tenía, era que había comenzado a importarle menos lo que la gente opinaba de ella y mucho más lo que su voz interior le gritaba silenciosamente cada vez que encontraba un pequeño momento a solas consigo misma.

1 comentario:

Ana dijo...

Al leer lo que le paso a Clarita me senti identificada..pero no a los 40 sino me paso a los 50 ... que al pricipio me daba miedo cumplirlos pues es la edad en que murio mi mamy .. y esas cosa mas empezar otra decada ..me daba temor¡¡¡¡¡ pensaba que ya todo estaba hecho .. y No NO cumplir los 50 creo fue maravillosos .. es como que estoy bien plantada sobre la tierra .. pues ya se que quiero y no quiero mas ... con quien quiero estar y con quien no ¡¡¡ me ha dado seguridad¡¡¡ Ojala que a Clarita le pase lo mismo y aproveche susu 40 años ..